jueves, 13 de enero de 2011

Chichi Creus

Hola a todos.

Esta tarde hablaba con José de lo jóvenes o viejos que somos para jugar a
baloncesto y él comentaba que la mejor edad esta alrededor de los 27 años,
cuando físicamente estás en lo más alto (aún te mantienes ágil, rápido,
resistente y además has ganado más fuerza) y técnica, pero sobre todo
tácticamente has logrado una madurez importante.

Sin embargo le he recordado el excepcional caso de Joan "Chichi" Creus.

Aprovecho este enlace para que le echéis un vistazo a su vida deportiva,
donde destacan los 780 encuentros consecutivos (¡¡¡cerca de 19 temporadas
sin fallar un solo partido!!!).

Espero os guste:
http://es.wikipedia.org/wiki/Joan_Creus

Un saludo.

Juanjo.

PD: Un saludo especial a Paco Ortiz. Me he tomado la confianza de escribirte
este correo con dicho enlace porque seguro tú habrás sido el que más veces
lo viste jugar y muchas de ellas en directo.
¡Ah! Gran victoria del CAI y mejor retransmisión. Dale recuerdos a Dani...

lunes, 10 de enero de 2011

Cómo jugar a divertirse y ganar o Ser Kratos y "ganar" en el intento

Hola a Todos.

En especial un saludo a los que ayer no estuvieron: Albert, Santi (a los que
les paso el correo) y Álex... ¡ah, se me olvidaba! Saludo en especial a Leo
(aunque dudo mucho de que jamás lea esto y Álex tampoco)

Ayer fuimos Kratos y por eso nos regalamos un subidón, pero de los buenos.

Ayer funcionamos como debemos funcionar, como otras veces, en especial el
año pasado, cuando las cosas peor pintaban. Ayer existió un equipo en el
campo que marcó el devenir del partido. Se jugó a nuestro ritmo y parecíamos
fieles a él, fuera el resultado como fuera.

El partido pintaba extraño: Ellos con todos y nosotros con el núcleo duro
(sin Albert), los viejos guerreros del año pasado, pero sufriendo por la
tardanza de Rober (que ni había comido) y sabiendo que Santi no podría jugar
el partido y que Alex "no había sido convocado". Pero pronto se puso peor
cuando en la primera jugada del partido y completamente solo Bruno se
rompía. Un crujido en la rodilla lo dejaba fuera de combate.

Tal vez eso no ayudó. El sabernos responsables al 100% los tres que
estábamos en pista. Tal vez (lo siento Bruno) el quitarnos del medio al
pesimista de cara a este partido que parecía haberse convertido Bruno fuera
positivo. Y he de reconocer que mi mayor preocupación durante la primera
mitad del partido, en especial primer tercio y cuando me senté a descansar
al acabar ese primer periodo, era que no se escapasen en el marcador.
He de reconocer que ayer, los tiros de Javi llegaron como el maná esperado,
sobre todo en la primera parte. Que cada vez que tiraba mis adentros
pensaban "que entre, que entre" y era una liberación ver que entraban. Eran
un "menos mal". Ayer jugó como se le pide. Como se le espera. Con entrega,
con seguridad y con decisión. Si además le sumas el acierto que tiene, se
vuelve un jugador muy completo. Y a ser sincero, cada vez es más fácil jugar
con él. Cada vez nos busca más y cada vez se mueve con más soltura y
picardía. Prueba de ello la puerta atrás que hizo, que acabó con asistencia
mía y canasta suya solito bajo el aro, cuando la jugada parecía pasar por un
pase a Rober en el poste. Habrá que seguir puliendo, pero esta es la línea.
Además defendió bien, incluso en inferioridad en el poste bajo contra Rubén.
Ayer no encontraron ningún resquicio por esa vía.

Pero todo cambió cuando Roberto me cogió y me dijo: "¿qué pasa Juanjo, vas
hacer algo o no?" No se realmente si fueron esas las palabras o fueron
otras, no importa, pero la idea estaba clara. Eran insuficientes 7 puntos,
con 5 de Javi y creo que uno de Rober y un mío en el primer tercio. Y tomé
la responsabilidad y funcionó. Sobre todo me dio confianza el tiro de 4 o 5
metros que metí a la carrera después de pase de Rober. Creo que fue el 9-12
del marcador. Si había metido eso, entraría todo... y así fue. La defensa se
mantuvo fuerte. De hecho se cumplió lo que pedí: Que no metieran con
facilidad de 3. Y todos sus tiros se puntearon. Es cierto que metieron, pero
no los metieron por tirar solos, sino porque ellos no son mancos.

Pero el ritmo era mío. Ya me daba igual hacia donde fuera el partido. Mi
objetivo era llegar lo más frescos posibles al final del partido y lo más
igualados posibles. Claro, que en ese 2º periodo metimos 18 puntos. Además
Rober empezó su percutir, su martilleo, su sacar la rabia y encima sacar
faltas al rival con un alto porcentaje de acierto en el libre, de su parte y
también mía, que no fallé ninguno (¡gracias tablero tragalotodo!) Y encima
la muñeca de Javi no tembló y la mía parecía ser de seda. Me encontré cómodo
con el bote, fácil en las entradas a canastas (¿Acaso iban ellos a cámara
lenta? Os juro que esa sensación tengo. Ni siquiera recuerdo ver a Marcoan
como alguien rápido, ni en defensa, ni en ataque) Y solo un "pero" se nos
puede poner, en concreto a mí. Permitir que me pitaran la tercera falta
justa a punto de terminar el segundo periodo.

El tercer y último acto empezaba. El marcador se había puesto de nuestra
parte al acabar el 2º tercio y marcaba un 25-22. Todos, absolutamente todos
los del equipo decían lo mismo "Juanjo, no hagas la 4ª" Y Juanjo no estaba
dispuesto a hacerla y si uno no quiere, no se la pitan. Cómo defienda ya es
otra cosa... Y ese "hándicap" se convirtió en un arma de doble filo que
acabó cortándoles a ellos.
Con un principio de tercio irregular, manteniendo buena parte del acierto en
ataque, pero con una defensa más endeble, en parte por las circunstancias,
en parte por el cansancio, en parte por no hacer bien las marcas, las cosas
parecían apretarse un poco más. Pese a que nuestros ataques seguían siendo
largos y desesperantes para el rival, donde conseguimos casi siempre tiros
claros o canastas, sus ataques se aceleraron y hasta cierto punto con mayor
acierto. Entonces y ahora recuerdo las dos primeras faltas en el segundo
periodo que me lastraron, pero que eran necesarias. Fueron dos penetraciones
de Marcoan en las que tenía que ver que no iba a ser eso un paseo militar. Y
esa tónica se acentuó en el último tercio. Rober, con un arrebato de
autoridad, que la tiene y mucho. Por algo es el mejor pívot de la liga y por
algo es "MI" pívot, apartó casi de un manotazo a Javi y dijo con un sonoro
grito (grito gestual e inaudible, claro): "¡¡¡Este tío es mío.
GRRRRAAAAOOOOUUUUUU!!!". Un poco de teatro y mucho temple mío y Javi que
seguía a lo suyo "toma y dale y toma pa´dentro" pusieron el resto.

Yo mira el reloj y el tiempo pasaba y la cosa seguía igual. Metieron un par
de triples, pero daba igual, la respuesta era inmediata, larga y elaborada,
pero inmediata. Y ya sus últimos tiros fueron desesperados. Se abroncó el
partido, pero nos interesaba. Me seguían haciendo faltas. El reloj corría y
yo metía los libres. Rober hacía lo propio y Javi metió un triple
providencial. La defensa los anuló y su afán de sacarme del campo los sacó a
ellos. Como muestra la jugada en la que Eloy acaba cayéndose al suelo cuando
yo hago el amago de ir y al final me apartó y él buscándome se queda sin
contrapeso. El propio árbitro se lo dijo: "Te has caído solo" Y mientras el
reloj corría, todos descansábamos en ataque, sabíamos que íbamos a acabar
los tres el partido y encima ampliábamos las diferencias. El riesgo de que
en al último minuto, a reloj parado, pudieran inquietarnos desapareció y por
si fuera poco, al triple de Rufi, en el que dijo "para el average del
partido de vuelta" se les fue al garete con el triple sobre la bocina de
Rober. Reconozco que de haber acabado el balón en mis manos lo hubiera
dejado en el suelo, pero que como eso era inviable, pues me presionaron para
hacerme falta y yo la solté, solo deseaba un triple nuestro. Javi casi lo
tiró, pero lo hizo Rober y la metió.

Hermoso colofón.

A disfrutarlo. A seguir así. Y los que tengan que estar satisfechos por
saldar viejas cuantas, que lo estén. Yo lo estoy, pero se que no soy el
único...